Se suele utilizar frecuentemente frases tales como “Este señor tiene mucho dinero”; “Fulano gana mucho dinero”; “La cantidad de dinero que tiene Zutano es enorme”; y frases parecidas que nos vienen a definir que una persona, entidad o empresa tiene un gran patrimonio, muchas propiedades, activos financieros, propiedades inmobiliarias, fincas y conceptos que englobamos bajo el epígrafe de “dinero”, pero que no son propiamente “dinero” en el sentido técnico de la palabra.
El
dinero, hoy en día, es un activo financiero que se representa con algunas
características que detallo y que han sufrido cierta variación a lo largo del
tiempo. Antes de la existencia de los mercados, las transacciones entre las
personas, debidas a la división del trabajo, se llamaban “trueque”, es decir,
dar una mercancía una persona a otra y viceversa. Por el paso del tiempo, el
ajuste entre estas mercancías no era fácil, y comenzaron a tener un
indiscutible valor los metales y piedras preciosas, fundamentalmente oro y
plata. Como se aceptaban por todos los seres humanos, llegaron a ser el
prototipo de lo que es dinero. O séase, que el dinero es una creación
convencional de las personas que a lo largo del tiempo se ha materializado en
dichos metales nobles por su cualidad, valor y durabilidad. Antes del oro y la
plata se usaron otros objetos, por ejemplo la sal, de donde viene el concepto
de “salario” que se paga a los trabajadores; u otros objetos que no mantenían homogéneas
y uniformes sus cualidades; por ejemplo la sal, si se mojaba, aumentaba de peso
o, inclusive, si le echabas agua, se perdía parte de ella, y de esta forma, la
teoría convencional de dinero admitió como ortodoxos dichos metales, los cuales
eran acuñados y troquelados por la autoridad del Rey o del Estado
correspondiente y, por tanto, de obligada circulación. Por cierto que en la
acuñación figuraba la autoridad del Rey y el troquelado era para evitar que se
limaran los bordes de estas monedas y perdieran peso y se quedaran como monedas
falsas. La evolución del dinero en los últimos años ha sido tan acelerada que
hoy podemos hablar de distintas formas de dinero e, inclusive, de variadas
maneras de movilizarlo. Pero antes de ello quiero hacer las siguientes
matizaciones:
a) Concepto.
Dinero
es todo aquello que en virtud de sus características y por la autoridad del
Estado se admite de forma general como medio liberatorio de pagos y
transacciones. Es decir, que la teoría convencional del dinero nos indica que
cualquier objeto, si lo acepta la autoridad y lo asume la sociedad, puede ser
dinero. Un ejemplo es el dinero metálico y el dinero de papel. El primero es el
propio del metal precioso en el que está elaborado y el segundo es una
alternativa mediante impresión en papel que se acepta igualmente.
b) Funciones.
Se
considera que las funciones genuinas del dinero son las siguientes: a) Medio
liberatorio de pago, es decir, que su uso libera al deudor y debe ser aceptado
por el acreedor, tanto por sus cualidades como por la legislación imperante; b)
Unidad de cuenta, en el sentido de que en el tráfico económico y cualquier
operación mercantil o financiera, casi siempre hay una referencia a la
homogeneidad o uniformidad de la transacción que viene definida por el concepto
de dinero, esto evita el que en el caso de que haya un trueque se pueda contar
adecuadamente lo que entrega el deudor y recibe el acreedor, que a veces son
transacciones entre unidades no homogéneas, por ejemplo el agua, frente a una
producción agrícola; los servicios de un médico, etcétera, precisamente el
dinero es el que homogeneiza lo que llamamos unidad de cuenta; c) Unidad de
valor, más que unidad de valor sería cuantía de valor, ya que el dinero, en sí mismo,
tiene un valor objetivo y, como tal, los poseedores pueden hacer con él lo que
entiendan que es mejor, por ejemplo comprar una casa, depositarlo en un banco,
guardarlo debajo del colchón, encerrarlo en una caja fuerte, etcétera. Y
algunos autores incluyen una nueva característica; d) Materialización del
ahorro, es decir, el dinero que no gasta la persona lo tiene en sus manos y en
algún sitio lo tiene que colocar, normalmente en bancos, entidades o lugares en
los que les dé una rentabilidad, si no hace estas colocaciones, el dinero es la
materialización en sus propias manos del ahorro que ha realizado esta persona,
entendiendo este ahorro como una reserva para un consumo diferido.
c) Características.
Con
la evolución de la economía y la división del trabajo, se han ido creando lo
que se entiende por activos reales y activos financieros. Los activos reales
son los objetos, casa, patrimonio, hacienda y bienes que una persona posee.
Activo financiero son el dinero físico, acciones, pagarés, cheques a su favor y
otras fórmulas financieras de las que puede disfrutar su poseedor o
propietario. Pues bien, ante la proliferación de fórmulas de pago, ya no solo
en dinero, sino en trasferencias, pagarés, cheques, etcétera, algunos de los
cuales pueden generar cierta rentabilidad a su poseedor, podemos resumir las
características necesarias para definir el el dinero como tal a las siguientes:
a) Liquidez, quiere decir la facilidad que un activo tiene para transformarse
en dinero inmediatamente y sin merma de su valor, consecuentemente, la liquidez
del dinero es total, porque por sí mismo es dinero, lógicamente el dinero es
líquido porque es el propio dinero; b) Rentabilidad, el dinero como tal es de
rentabilidad nula. El dinero por sí mismo, mientras lo mantienes, no tiene
ninguna rentabilidad, solamente si ese dinero lo colocas en otro activo
financiero, que ya no es dinero, aunque se acerquen sus características, podría
ser que se obtuviera alguna rentabilidad, un ejemplo sería que mi dinero lo
colocara en acciones en la bolsa y, a lo mejor, obtengo alguna rentabilidad, o
que fuera un prestamista y que cobrara un tipo de interés al prestatario, y si
este último me lo devuelve con intereses, le habré sacado una rentabilidad,
incluso teniendo el dinero en sus propias manos, puede perder su valor por
causa de la inflación, ya que ésta disminuye la capacidad adquisitiva que tiene
su propietario; c) Seguridad, es total, ya que el dinero por sí mismo está
definido como dinero genuino y, por tanto, tiene la total seguridad avalada por
el Estado, el Rey o el Banco emisor y supone una total solvencia.
Estos
apartados que he expuesto se refieren al dinero desde el punto de vista
técnico, con su concepto, funciones y características. Hoy en día esta acepción
técnica no es muy conocida y, en el lenguaje ordinario, se considera como
dinero a todo el que tiene algo, que puede ser que tenga cierto valor, pero que
no cumple las condiciones de medio liberatorio de pago ni están obligados los
acreedores a aceptarlo y, por ello, se vulgariza el término “dinero” cuando
realmente no es dinero en sí mismo, sino que es patrimonio, propiedades,
objetos, casas, inmuebles, automóviles, fortuna, posesiones o todo tipo de
propiedades. Se puede dar el caso de que personas con una enorme cuantía de
patrimonio o posesiones no tengan dinero, por la sencilla razón de que toda su
hacienda o bienes no los pueda vender, o no haya comprador que los adquiera,
por lo tanto, podemos decir que es una persona de con gran hacienda pero sin
dinero. Estos casos no son frecuentes, ya que quien tiene un elevado
patrimonio, si necesita dinero, que he dicho que es de liquidez total, podría
transformarlo parcialmente en liquidez mediante la venta de sus propiedades a
un precio menor que el calculado, es decir, con merma de su valor.
Ejemplos
de la matización entre dinero y patrimonio hay muchos; por ejemplo, una persona
puede tener un bloque de cien viviendas pero que nadie se las va a comprar
nunca y no lo va a poder transformar en dinero; alguien que puede tener una
cosecha agrícola de millones de euros y que por circunstancias de granizo o
temporales haya mermado su valor, luego se queda sin posibilidad de
transformarlo en dinero; y casos parecidos. En estos últimos hechos, lo que
suele ocurrir es que aparece la figura de las compañías de seguros, que son
quienes satisfacen la merma de valor que puedan tener los bienes del asegurado.
Estimado
lector, he intentado expresarme lo más técnicamente posible. Pero sigo diciendo
que en el lenguaje ordinario se considera como dinero o, incluso, persona
adinerada, a quien tiene una gran fortuna o patrimonio, lo cual no quiere decir
que tenga unas ganancias o rentas periódicas importantes. Como muestra de ello
le indico que en el sistema tributario español aparecen las figuras impositivas
del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas e Impuesto de Sociedades
que grava el dinero que gana en un periodo de tiempo el contribuyente; y como
concepto distinto es el Impuesto de Patrimonio, que grava lo que tiene el
contribuyente, no necesariamente en dinero, sino en patrimonio.
Querido
lector, aunque resulta un tema farragoso de explicar, creo que es fácil de
entender que todo lo que tiene una persona no es necesariamente dinero, sino
riqueza, patrimonio, propiedades y bienes. Si la persona es de clara
inteligencia y buen especulador, puede transformar su patrimonio en dinero con
mayor o menor facilidad.
Un
afectuoso saludo.
Vicente Llopis Pastor
30 de abril de 2021
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