Estimado lector, según comenté en el artículo titulado “Anecdotario (IX)”, voy a seguir incorporando nuevas anécdotas cada lunes. La anterior entrega fueron diez anécdotas. Así que comencemos:
91) Actores.
Hallándose enfermo en Granada, donde
murió, decía el actor Isidoro Márquez (1768-1820), comprometido con la causa
liberal, que fue retratado por el pintor Francisco de Goya y Lucientes
(1746-1828), en el año 1807, al médico
que le asistía: “Doctor, voy a estrenar la última tragedia y, para mi
desgracia, es la primera vez que no sé el papel”.
92) Matrimonio.
Preguntaron a Sócrates (470 a.C.-399
a.C.), el ilustre filósofo de la Antigua Grecia, si el hombre debe casarse o no.
Y contestó: “Haga lo que haga, se arrepentirá”.
93) Presentimiento.
Mal comenzó para los carlistas el año
de 1836. El 4 de enero de dicho año las fuerzas del bravo General Ramón Cabrera
y Griñó (1806-1877), del bando carlista, que participó en la Primera y la
Segunda Guerras Carlistas, llamado “El tigre del Maestrazgo”, defendiendo al
pretendiente al trono, Carlos María Isidro de Borbón (1788-1855), que le nombró
“I Duque del Maestrazgo”; “I Conde de Morella” y “I Marqués del Ter”, en dicho
día Cabrera sufrió un duro revés, y este General, que no puedo entrar en
acción, al enterarse de lo ocurrido, dijo a sus compañeros: “Mal empieza el año
1866, el corazón me anuncia todavía alguna catástrofe mayor; permita el Cielo que
no se verifique mi presentimiento”. Por desgracia el presentimiento se cumplió
y terriblemente, pues a mediados de febrero de aquél año fue fusilada su propia
madre en represalia por las atrocidades que su hijo cometía.
(Maestrazgo: superficie montañosa de
la Cordillera Ibérica entre el norte de la provincia de Castellón y el sureste
de la provincia de Teruel).
94) Sarcasmo.
Bernardo de Bovier, Señor de
Fontenelle (1657-1757), filósofo, escritor y poeta francés, uno de los más
despiertos de su época, falleció el 9 de enero de 1757, veintiocho días antes
de cumplir un siglo.
Durante muchos años, y con más de
ochenta años encima, jamás comió en su casa. Reclamado de continuo para honrar
las mejores mesas de París, tuvo que componer una especie de calendario para
asignar a cada ilustre anfitrión un día a la semana.
Su entierro, como se decía entonces, constituyó
una imponente manifestación de duelo. Entre los concurrentes figuraba el agudo
epigramista Alexis Piron (1689-1773), poeta, dramaturgo y epigramista, que tal
vez no hubiese olvidado todavía los favores recibidos del difunto, pero que,
incapaz de refrenar su mordacidad característica, comentó en alta voz lo
siguiente: “Es la primera vez que Fontenelle sale de su casa para no ir a comer
a la de otro”.
95) Gloria.
Henry Beile “Stendhal” (1783-1842), en
su obra “Vida de Rossini”, dice que el estreno de “La gazza ladra”, en Milán,
el 31 de mayo de 1817, fue el más afortunado que puede uno imaginarse. El público
se entusiasmó extraordinariamente, aplaudió y vitoreó a Gioachino Rossini (1792-1868),
compositor italiano de gran fama por las treintainueve óperas que compuso. Tal fue
su éxito que Rossinni se vio obligado a levantarse de su asiento más de cien
veces para saludar y corresponder con sus reverencias a las incesantes
ovaciones.
-
“¡Qué
noche tan gloriosa para usted, maestro!”, le dijo un músico de la orquesta.
-
“¡Y
qué dolor de riñones!”, le replicó Rossini, que pocas veces perdía la
oportunidad de hablar en broma.
96) Sabiduría.
Alexander von Humboldt (1769-1859),
polímata, geógrafo, astrónomo, humanista y naturalista prusiano que recorrió América
durante la existencia del Imperio Español para realizar investigaciones, llegó
a México en el año 1803, provisto de cartas de recomendación para el Virrey. Éste,
a su vez, le dio otras para las autoridades de diversas provincias, diciendo en
ellas que el portador era uno de los sabios más eminentes de Europa. Al llegar
a cierto pueblo fue recibido y agasajado por el Alcalde, quien quiso servirle
de guía en diversas excursiones.
Como Humboldt no cesaba de hacerle
preguntas acerca de cuantas cosas veía, el bueno del Alcalde llegó a ponerse de
mal humor, hasta que, no pudiendo contenerse le dijo: “Señor, el Virrey me dice
que es usted un sabio, pero no comprendo qué es lo que usted puede saber si todo
lo pregunta”.
“Pues por eso sé algo”, dijo Humboldt
pacientemente.
97) Evasivas.
Hallábase Charles Maurice de
Talleyrand (1754-1838) en una reunión, sentado entre la Baronesa de Staël
(1766-1817) y Madame Récamier (1777-1849). Pocas simpatías le inspiraba la
Baronesa al sagaz diplomático y prelado francés, Ministro de Asuntos
Exteriores, y aunque tratase de disimularlo, y fuese en el disimulo un maestro,
bien se echaba de ver la preferencia que sentía por Madame Recamier, aunque la
belleza e ingenio de la Recamier quedase muy por encima de sus prendas morales.
Quiso la Baronesa poner en un aprieto
a Talleyrand y le preguntó: “Si las dos cayésemos al agua ¿a cuál de las dos
atenderíais primero?”.
“¡Oh, Baronesa!”, contestó el
interpelado, y dijo “Estoy seguro de que nadáis como una anguila”.
98) Flores.
Es muy cierto que la camelia debe su
nombre al jesuita misionero que la descubrió en la Isla de Luzón, una de las Filipinas;
George Joseph Kamel (1661-1706), nacido en Moravia, la actual República Checa,
botánico y misionero jesuita. Desde muy joven había marchado a evangelizar Filipinas,
donde también cultivó sus aficiones por la Botánica. Pero quien realmente dio
nombre a esa flor fue Carlos Linneo (1707-1778), sueco, científico,
naturalista, botánico y zoólogo, como homenaje a su descubridor. En España se
trajo dicha flor a finales del año 1739, reinando Fernando VI (1713-1759), en
cuyos jardines se cultivó con gran reserva, para que no se vulgarizase.
99) Franqueza.
Cierto día preguntó el Emperador
Napoleón I Bonaparte (1769-1821) a Louis Philippe de Ségur, Conde de Ségur
(1753-1830), diplomático, historiador y poeta francés, miembro de la Academia
Francesa, electo en el año 1803, y le dijo: “¿Qué dirá el mundo después de mi
muerte?”.
El Conde de Ségur, senador y gran
maestre de ceremonias bajo el Imperio, comenzó un enfático discurso acerca de
los males que la pérdida del Emperador acarrearía al país, pero Napoleón le
atajó diciendo: “No, nada de eso, dirá… ¡Uf!”.
100)
Ministro.
En el año 1935, Alejandro Lerroux
García (1864-1949), Presidente del Consejo de Ministros en varias ocasiones
durante la Segunda República Española (1931-1939), hizo Ministro de Marina al
diputado de la minoría agraria, Antonio Rollo Villanova (1865-1958), periodista
y político español de ideología derechista, miembro del Partido Agrario.
Cuando el nuevo Ministro se presentó a
las Cortes, los periodistas que hacían información en el Congreso se acercaron
al Sr. Rollo Villanova, felicitándole por el nombramiento.
“Muy agradecido”, contestó con su
natural gracejo. “Pero ya ven ustedes lo que son las cosas. A mí, que para
lavarme la cara me pongo salvavidas, me hacen Ministro de Marina”.
(Alejandro Lerroux García fue fundador
y líder del Partido Republicano Radical; Presidente del Consejo de Ministros de
la Segunda República Española durante el bienio “radical-cedista”, o “bienio
conservador”; llamado “bienio negro” por los izquierdistas).
Estimado lector, habrá diez nuevas anécdotas el próximo lunes.
Un afectuoso saludo. Continuará…
Vicente
Llopis Pastor
29 de marzo de 2021
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