Desde el día 1 de enero de 2021, el Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda del Norte ha dejado de pertenecer a la Unión Europea (UE).
Con ello se ha materializado el resultado del “brexit”, aprobado por los
ciudadanos británicos, y que ha tenido un largo periodo de negociaciones para
que la separación no fuera demasiado abrupta, llegando a algunos acuerdos
comerciales o una transición suave, que no perjudique a ambos negociadores.
Curiosamente los británicos y los europeos no negociaron en profundidad el
papel de la “City” londinense. Esta “The City” es un espacio de una milla
cuadrada, 2,5 kilómetros cuadrados, en donde se encuentra el “corazón
financiero” de la ciudad de Londres. Esta City es el hogar del mercado de
divisas, acciones, obligaciones, mercados de materias primas, seguros y toda
serie de productos financieros, y se calcula que diariamente mueve miles de millones
de dólares, un movimiento más alto que los de los mercados de Nueva York, Tokio
y Singapur juntos.
He dicho que se “mueven”, pero es incorrecto, debería haber
dicho que “se movían”, en el pasado, ya que por causa del “bréxit” están
decayendo sus mercados de contratación financiera y como tal City, está
mermando su actividad a una velocidad supersónica en el mes y medio que
llevamos de la aplicación del “bréxit”. Según he podido conocer por los medios
de comunicación; revistas y periódicos especializados, muchas de las
actividades que se realizaban en la City están trasladándose a otros países
europeos, fundamentalmente a Holanda, concretamente en la ciudad de Ámsterdam,
que ya ha superado a Londres como el mayor mercado de negociación de acciones
de Europa y que ha absorbido la actividad que ha perdido el Reino Unido (RU).
En el pasado enero de 2021, se negociaron en el “Euronext
Amsterdam” y en las divisiones “CBOE Europe”, que es un mercado regulado
alternativo en el que se negocian acciones de más de 6.000 empresas de quince
países europeos, entre ellos España, y supone un valor de miles de millones de
euros. Las cifras diarias que maneja Ámsterdam han pasado a ser de unos 9.200
millones de euros y, en buena parte, es consecuencia de la caída de Londres, que
suponen 8.600 millones de euros en los últimos días. Estoy seguro de que este
“trasvase” de Londres en favor de Ámsterdam va a ir aumentando de forma
progresiva. Este cambio se ha debido a que las instituciones financieras con
sede en la UE no negocian en Londres, porque Bruselas decidió no reconocer para
las bolsas y centros de negociación del RU el mismo régimen de supervisión que
los europeos. Ante esta tesitura, la City ha levantado la prohibición que tenía
de contratar acciones de empresas suizas, como Nestlé y Roche, que actualmente
está vetada en las bolsas de la UE. Amén de Ámsterdam, algunas contrataciones
de la City han ido a parar a París, Francia, y Dublín, Irlanda. Incluso
“International Exchange”, con sede en los Estados Unidos de América, también
planea trasladar a Holanda el mercado de emisiones de carbono. Ante esta
situación, la UE y RU están elaborando un memorándum que han de presentar antes
de que finalice el mes de marzo de 2021, para establecer algunos acuerdos que
resulten favorables para ambas partes.
Como información complementaria, estimado lector, en los
mercados financieros el poder básico es el “trading”, de mayor o menor venta a
través de la especialización de instrumentos financieros que manejan los
llamados “brókers”. La población de la City, con 2.5 kilómetros cuadrados, es
de unos diez mil habitantes; pero el número de personas que trabajan en ella es
superior a quinientas mil, que se desplazan de otros lugares de Londres o de
ciudades cercanas; la mayoría son “brókers” o intermediarios, pero también hay
algunas personas que trabajan en galerías comerciales, pubs, bares,
restaurantes y hoteles, que los fines de semana suelen cerrar al público y se
transforman en un “remanso de paz” frente a la frenética actividad de los días
laborales. Las actividades de la City generan 76.000 millones de libras
esterlinas anuales por los impuestos y tributación, que son ingresos para el
Tesoro británico. Esta cifra es muy cuantiosa y lo va a notar muchísimo el
erario público de RU.
La sagacidad de los británicos es infinita y algo harán
ante la situación que se ha creado en la City. ¿Qué harán?; ¿habrá despidos de
personal?; ¿se irá parte de los brókers al extranjero?; ¿cómo cubrirán la merma
de ingresos fiscales por la reducción de impuestos y tributaciones ante la
disminución de la actividad financiera? Son preguntas que el ingenio de los
británicos resolverá. De momento esperemos a la Memoria que vayan a explicar a
finales de próximo mes de marzo de 2021.
Amigo lector. “Sic transit gloria mundi”, traducido al
español, “así pasa la gloria del mundo”, que es una reflexión sobre lo efímero
de la vanagloria mundana.
Un afectuoso saludo.
Vicente Llopis Pastor
27 de febrero de 2021
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