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CALIFICATIVOS APLICABLES AL “DINERO”

            Ayer publiqué un artículo titulado “Dinero”, en el que intentaba precisar el concepto de “dinero” académicamente, es decir, en el amplio sentido de su definición. Lo hice para matizar algunas expresiones que se utilizan en el lenguaje ordinario como dinero, pero que desde el punto de vista académico no lo es. No sé si logré precisar la correcta definición de dinero y separarla de otros conceptos que no son dinero, pero que se confunden con él. Como ejemplos tenemos muchos. Véase, decimos “Este señor tiene mucho dinero”; “Fulanito de tal ha perdido todo su dinero”; “Zutano se ha casado con una mujer de mucho dinero”, etcétera, etcétera. Realmente, en dichas frases están utilizando la palabra “dinero” como sinónimo de riqueza, fortuna, patrimonio, bienes, capital, hacienda, recursos, propiedades, fincas, casas, ganancias, etcétera, etcétera.

En el citado artículo de ayer definía como dinero a “todo aquello que, siendo susceptible de ser expresado en unidades homogéneas, se acepta de forma general, en razón a determinadas cualidades intrínsecas, a cambio de bienes y servicios”. Y lo complementaba con su origen y evolución; teoría cualitativa y teoría cuantitativa. Igualmente le prometía que expondría los calificativos que se suele adjudicar al “dinero” según la situación o aplicación que le da su poseedor. Ahí van. Y además, por orden alfabético:

-          Dinero activo. Expresión que sirve para denominar el volumen total de medios de pago que está en manos del público durante un periodo determinado.

-          Dinero bancario. Son las cuentas y depósitos a la vista que sus titulares tienen en entidades bancarias y que poseen la cualidad de transformarlo en dinero físico de inmediato.

-          Dinero barato. Es la consideración de que el tipo de interés a corto plazo es muy bajo y consecuente con la política de estabilización del banco central emisor.

-          Dinero base. Es el dinero constituido como reserva en las arcas de una entidad bancaria sobre la cual puede emitir billetes de banco y conceder créditos por volúmenes superiores a dicho dinero base.

-          Dinero caliente. Entendido internacionalmente como “hot money”. Es el que está circulando a velocidades inauditas especulando en diversos mercados en pocas horas. Es el caso de las entradas y salidas de dinero, varias veces, en la Bolsa de Madrid, por ejemplo, al tiempo que se especula y se traspasa a otras Bolsas, séase Londres, París, Zúrich, etcétera.

-          Dinero cantante y sonante. Es el dinero común o en efectivo. Se llama así porque las monedas, al golpearlas sobre un mostrador, dan un determinado sonido y le da validez frente a un posible dinero falso. Este término está en desuso.

-          Dinero común. Es un concepto genérico. También llamado dinero efectivo. Está compuesto por los billetes de papel y las monedas.

-          Dinero contable. Es el dinero bancario o depósitos de particulares a la vista que está contabilizado en el pasivo de los bancos comerciales, de ahí su condición de contable. 

-          Dinero convertible. Es el dinero que puede cambiarse en cantidades de igual valor por otros tipos de dinero. Es la concepción de divisas convertibles. No todo el dinero de los distintos países es convertible. En tal caso se les llama divisas no convertibles y han de ser negociadas entre los bancos centrales emisores.

-          Dinero definitivo. Aquél que, con su uso, quedan cancelados los pagos y obligaciones a realizar.

-          Dinero digital. Es una forma de movilización del dinero a la vista en los bancos mediante la digitalización de las cuentas.

-          Dinero efectivo. Es idéntico al dinero común expresado más arriba. Billetes de papel y monedas.

-          Dinero electrónico. Es otra forma de definir al dinero digital.

-          Dinero de emergencia. No es dinero propiamente dicho. Son algún tipo de activo que por circunstancias especiales, guerras, campos de concentración u otras situaciones, se admite para el tráfico. Realmente es un sustitutivo del dinero. Ejemplos de ellos son los cigarrillos, chocolate, etcétera.

-          Dinero estatal. El emitido por un banco central emisor. En ocasiones, el dinero no lo emite un banco central, sino otra institución u organismo.

-          Dinero falso. Aquél que no cumple las condiciones legales y materiales. La falsificación del dinero está muy penalizada en todos los países.

-          Dinero fiduciario. El dinero cuyo valor material es menor que su valor facial. Cuando el dinero como mercancía tiene menor valor que el concepto legal que queda acuñado en él.

-          Dinero inactivo. El dinero que, por formar parte de una reserva bancaria, no se utiliza normalmente. Es contrario al dinero activo expresado más arriba.

-          Dinero legal. También llamado de curso forzoso, porque tiene poder liberatorio de pagos que le concede el Estado o la Autoridad Monetaria.

-          Dinero líquido. Idéntico al dinero en efectivo explicado anteriormente.

-          Dinero mercancía. Aquél que su valor físico es idéntico a su valor facial como moneda. Es el primer tipo de dinero que se inició en la historia de la humanidad.

-          Dinero metálico. Expresión genérica que comprende todas aquellas formas monetarias físicas.

-          Dinero negro. Dinero que se maneja de forma oculta y no deja rastros. También se llama dinero B, que viene del inglés “black”, que quiere decir negro.

-          Dinero oscuro. Aquél cuya procedencia es dudosa, normalmente por tráfico ilegal, contrabando o estafas.

-          Dinero neutral. Es una teoría que sostiene que la política monetaria de un país no debe actuar sobre la estructura de precios de una forma anormal.

-          Dinero papel. Expresión genérica que abarca todos los medios de pago en papel.

-          Dinero patrón. Unidad de cuenta de un sistema monetario, así como medio de pago que la encarna, de acuerdo con la definición que de la misma haga la autoridad monetaria que la emita. El más aceptado era el dinero patrón oro, que actualmente no se maneja.

-          Dinero de pleno contenido. Es aquél cuyo valor monetario o facial es igual a su valor intrínseco o material.

-          Dinero propio. Es otra forma de llamar al dinero efectivo, ya expuesto anteriormente.

-          Dinero sellado. Procedimiento propugnado por el alemán Silvio Gesell (1862-1930), con objeto de regular la velocidad de circulación del dinero para mantener la estabilidad de precios. Para ello, cada cierto tiempo, había que acudir al banco emisor para que sellara su validez y pagar un ligero impuesto.

-          Dinero signo. Todo medio de pago cuyo valor intrínseco o material como mercancía es inferior a su valor monetario. Es una forma genérica de definir el dinero común.

-          Dinero simbólico. Idéntico al anterior dinero signo.

-          Dinero a la vista. Son los depósitos que los particulares mantienen en los bancos comerciales y que pueden transformar inmediatamente en dinero físico, sin esperar ningún plazo para ello y sin merma de su valor.

-          Dinero voluntario. Cualquier tipo de dinero que la Ley no obliga a aceptar en los pagos de deudas entre particulares, siendo su aceptación facultativa, de acuerdo con las cualidades monetarias del mismo. Se opone al dinero legal. Se llama así porque es voluntad del que lo recibe el aceptarlo.

Amigo lector, espero haberle ilustrado. El dinero es el nuevo “Rey” que manda en la faz de la Tierra. Por causa de él existen golpes de Estado, hurtos, robos, guerras, malquerencias, estafas, despojos, latrocinios, rapiñas, atracos y todo tipo de rapacidades que están articuladas en un sinnúmero de eventos, ya que el dinero es también una “unidad de cuenta” para definir todo tipo de contratos. Ninguna legislación olvida el dinero y a su correcto o incorrecto uso se puede aplicar el Derecho Civil, Derecho Mercantil, Derecho Penal, Derecho Administrativo y todo un eterno cuerpo legislativo y punitivo.

Estimado lector, no he nombrado el “dinero de bolsillo”, por la rotunda razón de que en este momento los bolsillos de mi vestimenta están completamente vacíos. Espero que esta racha que estoy pasando en este momento acabe pronto.

Mientras tanto, amigo lector, reciba mi más afectuoso saludo.

 

 

                  Vicente Llopis Pastor

29 de enero de 2021  

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